Tras iniciarse en el Sporting de Lisboa, dio el salto a Italia, donde se proclamó campeón europeo con la Juve. Sin concederse un respiro, hizo lo propio con el Borussia para regresar después a Italia. Jugó con el Inter y el Parma antes de dirigirse a Grecia. Además participó en el infame Mundial de Corea y Japón, aquel en el que robaron (el arbitro) la final a la selección española.
Como jugador fue internacional más de 60 veces, dos Copas de Europa, ganadas con el Juventus en 1996 y con el Borussia de Dortmund en 1997, y la disputa de dos Eurocopas (1996 y 2000).
En su última etapa al mando de la selección de Polonia, también se cruzó con el fútbol español, y dio un considerable repaso a la selección de Luis Enrique en Sevilla, aquel fatídico día en que todo el mundo dudo de su continuidad, y dónde Sousa demostró su dominio.
Se lo comparte Eneko Laiz Moreno comentarista en español de deportes y en concreto fútbol luso y brasileño
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